En los momentos actuales hemos sido testigos de un incremento casi constante del valor del dólar en nuestro país. SI revisamos desde antes de las elecciones, el tipo de cambio era 3,095 COP/USD hace un mes. Hoy, cuando escribo esta nota 22 de julio del 2022, es de $4.421 COP/USD. Esa devaluación afecta tanto favorable como negativamente a la economía.
Todos sabemos que quien exporta se ve favorecido puesto que está recibiendo un ingreso en pesos mayor. Por el contrario, quien importa, ve como cada día tiene que pagar más pesos por lo que trae del exterior. En ambos sentidos esto es válido para bienes de consumo, mercancía, productos agrícolas, servicios, etc.
Aunque en los últimos años hemos estado acostumbrados a un dólar frente al peso relativamente estable, en las últimas semanas la tendencia del precio de la divisa ha sido creciente. Este incremento se ha asociado erróneamente a la victoria política de la izquierda en Colombia, y en particular con el programa económico propuesto por el presidente electo Petro.
En efecto, pareciera que existe una alta correlación entre las declaraciones de miembros del equipo económico del próximo gabinete y el movimiento ascendente del tipo de cambio.
En realidad, el dólar se ha venido fortaleciendo con casi todas las monedas. La razón de revaluación de la moneda norteamericana está centrada en varias circunstancias. Primero hay que entender que el dólar se utiliza cotidianamente en el 90% de las transacciones en moneda extranjera en todo el mundo, desde turistas utilizando sus tarjetas de crédito hasta empresas realizando cuantiosas inversiones internacionales. Aunque a veces pasa por tiempos borrascosos, los inversores nunca han dejado de considerar el dólar relativamente seguro y estable.
En los últimos meses la tasa de inflación en el mundo ha subido, así mismo las tasas de interés y las preocupaciones por el crecimiento se han multiplicado. Sin embargo, podemos medir la fuerza del dólar indexándolo contra una canasta de monedas originada en sus más importantes socios comerciales (la eurozona, Reino Unido, Canadá, Suiza y Suecia y Japón). En promedio ha ganado un 10% de valor en este año, siendo el valor más alto en 20 años.
Tanto así que desde hace 22 años no había una casi paridad entre el dólar y el euro.
Esto se debe a que EE. UU. han propiciado una tasa de interés más alta que en el resto de la economía mundial, a fin de luchar contra la inflación. Igualmente han impulsado el dólar los crecientes costos energéticos (gas, petróleo), los problemas originados en el conflicto ruso-ucraniano. No olvidemos que también los cierres de China y las dificultadas en la cadena de suministro hacen su aporte. Se observa a través del gráfico siguiente publicado por el equipo económico del NY Times, con información de FactSet, donde se compara al dólar con una amplia canasta de monedas:
Con todos ellos, incluidos los socios comerciales más importantes, el dólar se ha hecho más fuerte (se ha revaluado) desde diciembre de 2021.
En particular para Colombia (y también para cualquiera de los países cuyas monedas se han devaluado), eso significa que un comprador o un inversionista en dólares puede comprar cada vez más favorable. Entre diciembre y el 15 de julio ha sido un 8%.
O sea, en este momento es oportuno invertir en activos, como empresas o sociedades, puesto que su precio se ha disminuido en términos de dólares. Así mismo, los gastos relativos a su inversión como impuestos, costos se han reducido. Igual opera el ingreso, y el resultado de su utilidad, pero el inversionista puede evaluar cuanto le impacta este balance entre ingreso vs inversión.
Todos sabemos que la economía se comporta en ciclos, cuya duración nadie está en capacidad de predecir, pero este es un momento propicio para la inversión en Colombia. No la deje pasar.
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